Dietas
de definición muscular: Principios nutricionales
La
base de cualquier dieta para reducir peso, intentando que éste sea
solo de grasa acumulada será siempre un contenido calórico ajustado
al máximo a las necesidades: la dieta será hipocalórica
(ligeramente deficitaria respecto de las calorías necesarias para
mantener nuestro peso) con el objetivo de ir perdiendo la grasa
acumulada.
El
planteamiento no es muy exigente, ya que la simple reducción de
calorías hará bajar el peso corporal; sin embargo, habremos de
cuidar nuestra dieta para no perder también tejido muscular. Si
perdiéramos muy rápidamente peso a través de la simple reducción
de alimentos, también se perdería masa
muscular y
esto ocasionaría un descenso metabólico indeseado. Además, el
músculo ayuda a perder grasa.
La
ingesta calórica se dividirá en un mínimo de 4 tomas de comida,
separadas no más de 3 horas, y se completará además con los
suplementos dietéticos añadidos. Con esta frecuencia, logramos
asimilar adecuadamente los alimentos, promoviendo el anabolismo
muscular, manteniendo este tejido noble. Pequeñas tomas, a su vez,
activan el catabolismo (destrucción) de los depósitos de grasa
acumulada.
Proporción de nutrientes
Empleamos
un equilibrio entre los nutrientes adaptado a la necesidad perder
peso acumulado en forma de grasa corporal, entendiendo que la dieta
va a ser realizada junto a un programa de ejercicio físico
de musculación y
un muy exigente trabajo cardiovascular. Las dietas que se presentan
se equilibran, aproximadamente, en estas proporciones :
-
40% de proteínas,
fundamentalmente de origen animal
-
40% de carbohidratos, en su mayoría de cadena larga
-
20% de grasas , sobre todo de procedencia vegetal
El
aporte de Proteínas, casi llegará al 40% del total calórico, y
siempre estará la altura de, al menos, 2,5 gramos por kilogramo de
peso corporal pero puede subir a casi 3gr/kg en algunos casos. La
proteína es el nutriente responsable del mantenimiento y la
regeneración de las estructuras corporales. Esto asegura, por un
lado, el mantenimiento del tejido muscular, y por otro el aumento
metabólico que ayuda tanto a la utilización de las grasas
acumuladas como de la energía.
La
cantidad de Hidratos de Carbono, apenas llega 40% de las calorías
totales, siendo una cantidad muy reducida de este nutriente por cada
kilo de peso corporal de la persona. Los consumimos, sobre todo en
forma de cadenas largas (complejos), desechando absolutamente los
dulces, y los refinados .Con ello, obtenemos sólo la energía justa
para los entrenamientos, y a la vez logramos crear un importante
déficit energético que promueva la movilización del tejido graso.
La
ingesta de calorías en Grasas, que justo debe llegar al 20% del
total, es fundamental para mantener las funciones vitales sin peligro
de carencias vitamínicas, hormonales, ni nerviosas. Ni proteínas ni
hidratos nos proporcionan tampoco esa “reserva imprescindible de
energía” para realizar la cada vez más largos entrenamientos del
sistema cardiovascular. Incluso las personas que quieren adelgazar
necesitan del aporte de grasas en su dieta para mantener dichas
funciones así como sus músculos; esto les permite mantener su
capacidad de entrenar para quemar grasa y su salud.
Las
cantidades de Agua serán muy elevadas para mantener una adecuada
hidratación del cuerpo, que permita movilizar los nutrientes,
vehiculizar las grasas por el torrente sanguíneo, conservar la
temperatura. Estas dietas muy bajas en hidratos de carbono y algo
altas en proteínas, elevan la producción de cuerpos cetónicos
tóxicos en el hígado, así como un aumento de la urea en riñones;
una mayor ingesta de agua ayuda a movilizarlos y permiten su
eliminación, el entrenamiento también ayuda en esta función. Bebe
por lo menos 2,5 vasos de agua con cada una de la 6 tomas de alimento
o suplemento. Aumenta esta cantidad a discreción, sobre todo cuando
tus entrenamientos te hagan perder mucho líquido.
La
dietas para reducir peso y grasa corporal, utilizan todos, o la
mayoría de los alimentos de todos los grupos, por ello constituye
una dieta variada y sana, en la que no echaremos a faltar comidas
insanas, procesadas, artificiales y contaminadas. Se ha tratado de
prescindir al máximo de grasas saturadas, azúcares, conservas,
alcohol, alimentos fritos…. y se recomienda un aporte ínfimo de
sal de mesa. Nos basta con la cantidad aportada por algún embutido y
latas. La adecuada combinación de todos estos alimentos sanos, por
consumirse en estado natural consigue que estén cubiertas sin
problemas las necesidades en vitaminas y minerales.
En
fin, esta es una dieta para personas que entrenan para reducir peso y
eliminar grasa corporal acumulada quieren hacerlo de forma lógica,
organizada y efectiva, pero siempre sin arriesgar su salud.
Características de las dietas de definición muscular
a) Se
presentan dietas desde 1.353 hasta 2.790 kilocalorías, habiendo
entre ellas una pequeña progresión en calorías, y aumento de
nutrientes. Veremos cómo ajustar cual es la que nos interesa como
comienzo.
b) El
programa se explica de Lunes a Sábado, y podemos realizar las
comidas o tomas de todos y cada uno de los días, o elegir, para
simplificar, los menús que más nos interesen, ya sea por gusto, por
comodidad o por afinidad digestiva. Sería interesante utilizar, al
menos, el 65% de las comidas programadas, para aumentarnos de la
manera más completa posible. Come sin dieta el Domingo, si así lo
deseas.
c) Las
tomas alimenticias son las siguientes:
Desayuno: primera
y más importante toma. Se debe realizar en la primera hora de estar
despierto y nunca más tarde. Fundamental para cargar el cuerpo para
el resto del día. Llevamos, al menos, 7 horas sin comer y los
músculos empiezan a estar hambrientos. Mejor momento para comer sin
engordar.
Comida: es
la toma central del día, pero no la más importante. No necesito
inflarme a comer en este momento (como hace la mayoría de los que no
comen de forma organizada), ya que ingiero alimentos poco antes y
poco después.
Entre
Horas: estará
dividida en dos tomas, la primera entre desayuno y comida, y la
segunda entre comida y cena. Tomaremos cada vez la mitad de los
alimentos indicados. Debemos espaciarla adecuadamente teniendo en
cuenta los horarios de entrenamiento y la ingesta de suplementos de
antes y después de entrenar.
Cena: es
la última toma del día, antes de acostarnos a descansar por la
noche. Se ha diseñado más ligera de alimentos que las tomas
anteriores para evitar a toda costa la acumulación de grasa durante
el sueño. Sería un error muy grave, a veces tanto como frecuente,
el no comer antes de dormir.
Antes
de entrenar: tomamos
suplementos dietéticos que nos aportan energía con pocas calorías
y nos ayudan a estimular la movilización de las grasas de reserva.
Si utilizáramos alimentos, el proceso de la digestión nos
dificultaría la obtención de energía desde la grasa.
Después
de entrenar: tomamos
suplementos dietéticos que nos aportar nutrientes de acción
inmediata para iniciar cuanto antes los procesos recuperatorios, y
mantener elevado el metabolismo. Es difícil, además, comer cuando
todavía el cuerpo no ha vuelto a la normalidad.
Sustituciones: podemos
sustituir las comidas de después de entrenar, y en el peor de los
casos cualquier otra por un sobre de suplemento dietético en polvo
disuelto en agua. No debemos perder nunca una toma de aumento.
e) La
forma de preparar los alimentos descarta por completo : frituras,
empanados, salazones., y otras formas que añadan azúcares, sal,
aditivos artificiales preparados, salsas, grasas animales ,aceites
vegetales cocinados., ya el objetivo es comer para quemar calorías
lo más fácilmente posible. Retener líquidos no engorda como grasa,
pero sí aumenta el peso corporal y empeora nuestra estética de
manera innecesaria, y todo además representa un perjuicio para la
salud.
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