Abdominales oblicuos:
Siéntate en el suelo con las piernas y los brazos totalmente estirados delante de ti. Échate hacia atrás de manera que la zona media forme un ángulo de 45 grados con respecto al suelo. Acerca una rodilla hacia el pecho al mismo tiempo que giras el torso y los brazos hacia esa rodilla. Aguanta tres segundos y mantén el equilibrio. Estira la pierna, gira hacia el otro lado y acerca la otra rodilla. Intenta mantener el torso en un ángulo de 45 grados separado del suelo y mantén los pies levantados en todo momento.
En el siguiente enlace ofrecemos una variante para fortalecer los oblicuos, consiste en apoyar la espalda en el suelo, con las piernas flexionadas. Tenemos que elevar el tronco levemente e intentar tocarnos los tobillos alternando una vez en cada pierna. Importante no hacer fuerza con la cabeza sino con el abdominal para evitar riesgo de lesión en las cervicales.
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